Podemos hacer una lista infinita de todo lo que nos debilita como seres vivos, pero sería interesante poner atención a algunos puntos:
El estrés y las emociones dañinas nos debilitan. No hemos nacido para vivir permanentemente en situación de estrés, tristeza o ansiedad, eso nos debilita, cuando estamos sometidos a altos niveles de estrés, nuestro sistema inmune se ve afectado. Nuestro bienestar emocional es vital para tener un sistema inmunológico fuerte.
El aire que respiramos nos alimenta. Estar constantemente respirando aire contaminado, debilitará nuestro sistema inmune. Si vivimos en una gran ciudad deberíamos acudir periódicamente a grandes parques para hacer ejercicios de respiración para respirar aire más puro.
La mala alimentación. Alimentarnos contrariamente a nuestra naturaleza también tiene una relación directa con que nuestro sistema inmune esté “defectuoso”. Recuerda que es de vital importancia alimentarnos correctamente con una alimentación basada en plantas.

Ausencia de actividad física. Estamos diseñados para movernos, y si no lo hacemos tiene consecuencias negativas para nuestro organismo. Esto no quiere decir que tengamos que correr una maratón, simplemente que debemos de llevar una vida activa, movernos, estirar y no permanecer sentados todo el día.
Una microbiota debilitada es la principal razón para enfermarnos, por el contrario, unos intestinos bien nutridos sirven para mejorar nuestro sistema inmune, algo que podemos hacer fácilmente comiendo cierto grupo de alimentos. La microbiota tiene una importancia extrema en nuestro bienestar. Ecotoxicidad. Somos seres vivos y solo podemos sobrevivir en entornos vivos. Si el entorno está ordenado y es capaz de albergar vida, nosotros podemos habitar en ese entorno. Algunos puntos como tomar agua filtrada sin metales pesados, alimentos ecológicos y limpiar nuestro hogar sin tóxicos, puede ser un paso muy importante en la mejora de nuestro sistema inmune y que no supone un cambio radical en nuestro estilo de vida.